Foto Iber Caja
Tranquilizar el llanto de los niños, ayudarles a pensar qué es lo que les está pasando, por qué están llorando, cómo cambiar de, actitud, les ayuda a entender su estado emocional, lo que muchos adultos todavía ni siquiera intuyen cuando están tristes o negativos, o apáticos..Eso supone darles recursos.
Como decimos, está totalmente relacionado con su autoestima de adulto.
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¿Enfadados, frustrados, con miedo, con pena, con tristeza, con rabia, por aburrimiento, por celos, por sueño, por cansancio, por hambre, por qué está llorando el niño?
… “ parece que estas triste, ¿verdad?, por qué, pensemos…
-es ya muy tarde, ¿estás cansado?
-¿será que ya tienes hambre?
-te has dado un golpe otra vez en aquel sitio, ¿qué puedes hacer otro día para que no te vuelva a pasar?
-¿estás enfadado?, tu amigo te ha golpeado
-lloras porque quieres que te compre algo, -no debes llorar hoy no es tu cumpleaños, no hay otro motivo para comprarte cosas todos losdías, yo que tú no lloraría, pues ya sabes que hoy "no toca comprate tal cosa"
¿estás furioso porque...
¿te da rabia que tu hermano...
1) Es importante poner palabras, pues ellos se sienten un todo difuso descontento, cansado, insoportable etc. al que no saben interpretar hasta que tienen muchos años; ¡incluso algunos adultos nunca lo aprenden!
2) Poner nombre a las emociones necesario aprenderlo (contento triste, enfadado…), es difícil para ellos sin ayuda.
Sobre los 7 años aprenderá las emociones más secundarias como el emocionarse, etc.
3) Calmarlos: los niños pequeños aunque entiendan lo que les decimos, la palabra supone para ellos un segundo nivel de abstracción.
Es más efectivo cogerlos, en nuestra falda o en nuestros brazos (la comunicación somática) y calmarlos con nuestra mano, decirles: tranquilo, tranquilo, lo que te pasa ¿no es que estás cansado, o que ya tienes hambre?...
estás triste o enfadado, -a, se te pasará … tranquilízate.
Dos recursos básicos para vitalizarse, descansarse y evitar los pánicos:
--Respirar despacio y profundo. (en las crisis de pánico hay una hiperventilación)
**Invitarle e imitarle a suspirar, los niños pequeños lo hacen y aprenden a estimular el suspiro pronto (es una descarga de tensión psicológica)
--Soltar el cuerpo, flojo, como un muñeco de trapo, de goma. Para que el oxígeno que nos aporta la respiración vitalice tanto las neuronas como cualquier otra célula del cuerpo; si hay zonas del cuerpo tensas no se irrigan bien, no se vitalizan; acaban envejeciendo más.
También la adecuada espiración va extrayendo de todo el cuerpo las toxinas, el anhídrido carbónico, las tensiones; el cansancio.
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A la práctica:
Por la mañana se despierta enfadado, -a porque quiere que le lleve al colegio mamá
“La Marta te llevará al colegio, ella es guapa y te llevará al colegio, ya lo sabes, como ayer, todos los días te lleva ella por ahora etc.
tranquila, tranquila; (las acaricias le hacen bajar la alarma somática), mamá te quiere mucho. Mamá se va a trabajar, a su cole, como tú… le imitas su suspiro… (descargará tensión), tranquila, guapa… A la tarde nos veremos, vendrán mamá y papá de trabajar…
A veces los adultos nos ponemos tristes, al ver que nuestros hijos lloran porque no les atendemos nosotros
Tenemos mala conciencia de no atenderlos, de faltar demasiadas horas de casa; de tener que trabajar demasiado…
El que la nena se ponga triste de que ahora no la vista o la lleve al colegio la mamá o el papá es normal, es una reacción sana a algo que le gustaba y lo ha perdido, de momento.
Los niños que están mal no reaccionan a lo que no les gusta;
Siempre están igual, tampoco pasan por las etapas de crisis normales, ejpl el extrañamiento al desconocido de los 8 meses; ni por la época de negación, ni por la de latencia, etc.
Es decir, como padres, valoremos positivamente de que tenga la ocasión de trabajar esta frustración, de que no le lleve la mamá ahora al cole y se adapte a que le lleve otra persona.
Los padres están viendo que a su hijo -a le cuesta, le consuelan y le animan, para que el niño vea que ha de hacer lo que tiene que hacer, eso le va llevando cada vez a ser más capaz, más mayor y sabe que a los papás les gusta que así lo haga.
Otro ejemplo: nuestro hijo viene del cole llorando y difícilmente consolable
¿Qué te pasa, estás cansado, triste; pq… cómo ha ido el cole… los amigos, la profe, la comida…?
Lo más práctico es calmarle, acariciar su mano, cogerle, etc. (el contacto con el cuerpo en niños pequeños, es lo que más les calma, hasta que no salen del 1er nivel de conciencia corporal)
Tranquilo, vamos hacia casa, le imitamos 3 suspiros suyos (lo que más le va a descargar psicológiamente)
Le animamos a que vaya respirando como nosotros; lenta y tranquila y profundamente.
Le enseñas a ir desbloqueando el cuerpo, a mantener el cuerpo relajado, suelto, como cuando no está enfadado. En casa se consigue fácil relajarle, sentándose en el suelo con él, ella, echándole la pelota, un globo, haciéndole reír…)
Cuando sea adulto le vendrá muy bien todo esto; el niño aprenderá a no dramatizar cuando está cansado, sabrá que no pasa nada y habrá aprendido a tener los recursos para irse tranquilizando y vitalizándose automáticamente.
De adultos nos convertimos en los cuidadores de nosotros mismos, el darnos cuenta, el tener interés, nos ayuda a no repetir errores y nos posibilita el tener una vida cada vez más gratificante.